Un nuevo partido de Liga en el Camp Nou y una nueva victoria por goleada del Barça. No es que el conjunto de Valverde estuviera especialmente acertado ni que desarrollara un juego espectacular, eso hace tiempo se perdió. Para que los tres puntos quedaran en Barcelona se tuvo que dar una nueva exhibición de Leo Messi, que marcó tres goles a balón parado. Pese a ganar el encuentro, el equipo azulgrana tuvo problemas, todos ellos tapados por el astro argentino.

Más allá de la evidente Messidependencia, inevitable hablando del mejor jugador de la Historia, la escuadra de Valverde sigue sin carburar como debería a estas alturas de la temporada. En pleno mes de noviembre no sirven antiguas excusas como que a los jugadores les falta rodaje o que aún estamos en pretemporada. Hay piezas que no encajan, jugadores que no rinden y misterios sin resolver.

Lo primero que salta a la vista es la nula adaptación de Griezmann al equipo. El delantero francés es prácticamente inofensivo para el equipo rival, no representa ninguna amenaza y sus dos únicas virtudes hasta el momento son las de jugar al primer toque, habitualmente hacia los costados, y la de su sacrificio en tareas defensivas. Un bagaje más que pobre para un delantero culé.

Ha tenido oportunidades de todos los colores: ha jugado con Messi y Suárez, ha jugado como estandarte ofensivo, de extremo, de delantero centro. Nada ha dado resultado, es más, parece claro a día de hoy que su puesto será para Dembelé o Ansu Fati en los grandes partidos.

Por otro lado, no se acaba de entender tampoco la titularidad de Sergi Roberto ante el Celta. El jugador catalán es uno de los hombres más utilizados por Ernesto Valverde y en esta ocasión el técnico le encontró hueco en el once como sustituto de Busquets. El invento fracasó. De hecho, justo antes de la lesión de Semedo, el entrenador culé tuvo que rectificar y poner a De Jong de mediocentro y a Sergi Roberto de interior. ¿Tan mal está Busquets para que sus minutos hayan bajado tanto? ¿Para que no sólo De Jong, sino ahora también Sergi Roberto le quite protagonismo?

En este sentido, la posición de mediocentro entraña otro de los grandes misterios esta temporada en Can Barça. Si bien es lógico que Busquets no lo juegue todo y menos con la llegada de De Jong, ¿qué pasa con Ivan Rakitic? El centrocampista croata era titular indiscutible hasta este año e incluso sustituyó al jugador de Badia cuando a este le tocaba descanso. Ahora no aparece ni por esas, Valverde le pone por delante a Arthur, a De Jong, a Arturo Vidal y, parece que también a Sergi Roberto. Todo un giro de los acontecimientos que no parece beneficiar al Barcelona, quien ya no gobierna los partidos como antes.

Por último, y no por ello menos importante, nos encontramos con el caso de Ansu Fati. Ante el Celta de Vigo fue titular en lo que parecía un buen gesto de Valverde con el canterano. Sin embargo, tras el descanso ya no volvió al césped. Es cierto que no realizó unos 45 minutos tan deslumbrantes como por ejemplo ante el Valencia, pero, ¿era realmente necesario que ni regresara al terreno de juego? Por cierto, Dembelé, su sustituto, no jugó mucho mejor.

Ahora bien, todos estos problemas y misterios insondables quedan de nuevo tapados por un paraguas. Uno muy grande, el más grande y bello. Un paraguas llamado Messi, capaz de meter tres goles a balón parado y devolver la sonrisa a los culés aunque sólo fuera por verle celebrar con rabia e implicación los goles y caminar al vestuario botando el balón del partido como si fuera un niño.

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